El alimento emocional de los niños son los abrazos
Escrito por el Equipo de Convivencia Escolar 2021
Un abrazo es un acto sencillo y gratuito que nos brinda más beneficios de los que uno cree. El simple hecho de recibir un abrazo nos hace sentirnos protegidos, comprendidos, queridos y reconfortados.
Generan una sensación de protección: Les ayuda a sentirse seguros y a tener más confianza en sí mismos. Al recibir un abrazo, el cuerpo libera «oxitocina», una hormona conocida como la «hormona del amor» que genera una profunda sensación de bienestar.
Estimula la autoestima: Abrazar es una forma de decir «te quiero», «te tengo en cuenta», «me importas». Y aunque también es necesario que se lo digamos todos los días a nuestros hijos e hijas, los abrazos ayudan a reforzar ese sentimiento y a mejorar su autoestima.
Fortalece la salud emocional: Un(a) niño(a) que reciba constantemente muestras de afecto a través de los abrazos como hábito cotidiano, será en el futuro una persona sana emocionalmente, capaz de manejar asertivamente los conflictos.
Refuerzan el sistema inmune: Al recibir o dar un abrazo el sistema inmunológico se activa y aumenta la producción de glóbulos blancos, encargados de luchar contra los agentes infecciosos como virus o bacterias.
Niños(as) más felices: Los abrazos activan endorfinas, responsables de la alegría y por ende, de disminuir la ansiedad o tristeza. Si quieres reestablecer la alegría de un(a) niño(a), bastará con que lo tomes entre tus brazos y los estreches con mucha fuerza… Un buen abrazo le dará apoyo, comprensión y le reconfortarán.